Hacia una peregrinación interior
Bienvenidos al blog de Sophia Book Shop, un espacio de experimentación en el que trabajamos semillas de sabiduría con nuestras propias manos.
Para esta primera entrada del blog seleccioné el libro “Iniciación a los Veda” escrito por el sacerdote inter culturalista Raimon Panikkar que, tras años de investigación, examina la literatura religiosa de la India y nos entrega una selección de himnos que invitan a la experiencia védica. En esta oportunidad el autor se sumerge en las profundidades de una cultura primeramente oral y religiosa para emerger con una sabiduría que podría servirle al individuo de hoy.
Mi intención es comentar la propuesta de Panikkar de que la revelación védica “Abre el proceso del hombre que se hace consciente y se descubre así mismo” (Panikkar, 2011: 16) con algunas observaciones de otros dos eruditos del estudio de las mitologías: Joseph Campbell y Mircea Eliade y sus dos obras magistrales: “El héroe de las mil caras” y “Lo sagrado y lo profano” respectivamente. A diferencia de Campbell y Eliade, quienes no por esto dejan de ser experimentales, Panikkar se descubre así mismo como hindú, budista, sin dejar de ser cristiano.
Definir que son los Vedas no es una tarea fácil. bien podrían ser un texto antiguo para el estudiante de literatura pero para la sociedad en la que se gestaron, los vedas fueron himnos pertenecientes a la clase sacerdotal. Muchos historiadores se contradicen en determinar una fecha. Lo único que podemos saber es que pertenecen a una cultura esparcida por el territorio que hoy conocemos como India y que sus prácticas son anteriores al hinduismo. Veda en sanscrito significa conocimiento supremo.
Puente entre culturas
Raimon Panikkar, filosofo interreligioso, nació el 2 de noviembre de 1918 en España bajo una curiosa stellium de cuatro planetas personales en el signo de escorpio en la casa 9 que señalan una vida ligada a las profundidades del inconsciente y a los viajes tanto físicos como espirituales.
Como teólogo, sus investigaciones tienen un carácter intuitivo y empírico. El libro “Iniciación a los Veda” es el resultado de peligrosas expediciones hacia la oscuridad. Toda su obra nos invita a transformarnos a través de la integración de nuestras cualidades humanas. La integración del “Tú eres eso” oriental, se refleja en su propuesta de diálogo interreligioso. Reconocerse en los demás.
En occidente vemos lo oculto como una dimensión temerosa. Estas investigaciones no garantizan un retorno seguro. En este caso, Panikkar nos recibe como Hades en el mundo del inconsciente.
Iniciación a los Veda
Panikkar define la revelación védica como “desvelamiento de las profundidades que siguen resonando en el corazón del hombre moderno, con la finalidad de que pueda adquirir más conciencia del propio patrimonio humano y, en consecuencia, de las fuentes de su ser personal” (Panikkar, 2011: 15)
El filósofo realiza una selección y comentarios para acercar al occidental de la misma manera que el aprendió: A través de la experiencia. Igual que el psicoanálisis, para comprenderlo hay que vivirlo, así como demás cosas en la vida igual de importantes. Este método de aprendizaje despierta pasiones internas. Desafía la técnica científica al que estamos acostumbrados. Y lo hace con gracia, con determinación.
La correlación de la experiencia interior con los fenómenos religiosos se le conoce como mística. Desde esta perspectiva, las escrituras sagradas no se limitan a ser simplemente ideas. San Agustín decía que la mística era la trascendencia del alma hacia la verdad. Pero, ¿Qué es la verdad? Panikkar propone un esquema que “Sigue la manifestación de la realidad en la conciencia del hombre” (Panikkar, 2011: 16). En este mismo orden de ideas, Eliade asegura que lo real es lo sagrado.
Laexperiencia védica es una peregrinación interior, al mismo ritmo de lo que dice Eliade en el libro El mito del eterno retorno: “El camino hacia el yo, hacia el centro de su ser es arduo, está sembrado de peligros, porque, de hecho, es un rito del paso de lo profano a lo sagrado; de lo efímero y lo ilusorio a la realidad y la eternidad; de la muerte a la vida; del hombre a la divinidad. El acceso al centro equivale a una consagración, a una iniciación; a una existencia, ayer profana e ilusoria, le sucede ahora una nueva existencia real, duradera y eficaz.” (Eliade, 1951: 22).
Lo que Panikkar llama “un esquema que sigue la manifestación de la realidad en la conciencia del hombre” (Panikkar, 2011: 17) me resonó enseguida con el monomito de Campbell. Iniciación a los Veda no se puede entender como un resumen de los Vedas porque como dice Campbell en el libro las máscaras de Dios II: En los Vedas no hay ninguna idea de reencarnación, ningún anhelo de liberarse del vórtice del renacimiento. Por tanto, El enfoque de Panikkar no deja de ser una interpretación dirigida hacia el occidental para su mayor comprensión. Nos presenta un compendio de himnos sagrados que el mismo recopila de los Vedas, Upanishad y la Bhagavad Gita a través de un esquema que bien presenta la unidad nuclear del monomito de Campbell: separación, iniciación y retorno.
No obstante, antes de introducirnos al estudio del ciclo cosmogónico, Panikkar sostiene el respeto por las culturas sugiriendo la invocación divina. Esto me recuerda lo aprendido en clase de yoga, pues si bien optamos por realizar una práctica religiosa, esta contiene pasos y los mantras al principio de cada jornada no pueden ignorarse. Indica que Mantramanjari -Racimo de mantras- es la experiencia de implorar algo más grande que nosotros, transgrediendo nuestros límites.
Yo magnifico a Dios, el fuego divino,
El sacerdote, ministro del sacrificio,
El que ofrece la oblación, Otorgador supremo de tesoros.
-Rig Veda
De esa manera nos preparamos para la experiencia védica abriendo nuestro corazón a la divinidad.
Seguido de esto, nos enseña el mantra más popular de los Veda, la Gayatri, que implora la luz que provee la vida.
Meditemos en el esplendor glorioso
Del divino Vivificador.
¡Que él ilumine nuestras mentes!
-Rig Veda
Una vez en sintonía con la receptividad y la intención sostenida en la fe, lo siguiente es emprender la travesía por el ciclo cosmogónico.
I Parte: Aurora y Nacimiento
Al principio, ciertamente, nada existía,
Ni el cielo, ni la tierra, ni el espacio entre ambos.
Entonces, el No-ser, habiendo decidido ser
Se hizo espíritu y dijo:
“¡Que yo sea!” Se calentó así mismo,
Y de este calor nació el fuego.
Se calentó todavía más y de este calor nació la luz.
-Taittiriya-brahmana
Relata la nada. La divinidad se hace así misma pero aun todo sigue siendo un mensaje, una promesa, porque la realización completa del creador requiere la cooperación de la criatura. Se menciona la aurora y se le implora por su promesa de salvación. Aparece la vida en la tierra. Primer nacimiento. En palabras de Campbell, la primera fase del ciclo cosmogónico describe el paso de lo informe a la forma.
II Parte: Germinación y crecimiento
Oh Dios, concédenos la mejor de las bendiciones,
Una mente para pensar, un amor feliz,
Mayor riqueza, un cuerpo sano,
Palabras amables y días festivos.
-Rig Veda
Ocurre la afirmación de la identidad. La cotidianidad. El hombre alaba a Dios. “El concepto védico de providencia parece enfatizar los aspectos de protección y nutrición. La función de Dios no es principalmente la de juzgar, sino la de proteger, ayudarnos a crecer y prosperar.” (Panikkar, 2011: 40).
Aparece el concepto de prana, el aire en movimiento que revela la vida. La respiración nos une a todos los seres vivos. Entendido esto como bendiciones, se invoca el más grande de los dones de la humanidad: la paz.
III Parte: Eclosión y plenitud
Así surge el Sol en la forma del fuego,
El aliento de la vida universal que toma todas las formas.
-Prasna-upanisad
El Sol en la forma del fuego. La luminosidad interior que baña todas las cosas de resplandor. El mundo exterior goza de dicha como espejo de la luz interior. A pesar de esto, el sacrificio toma protagonismo y toma elementos de suma importancia: el fuego y la mente. “La mente, en verdad, es este mundo fugaz, por eso habría que purificarla con gran esfuerzo. Uno se convierte en lo que piensa; este es el eterno secreto.” (Panikkar, 2011: 55).
IV Parte: Crepúsculo y declive
“Señor, ¿Cómo es posible disfrutar plenamente en este cuerpo que apesta, es insustancial, es un amasijo de huesos, piel, músculos, médula, carne, esperma, sangre, mocos, lágrimas, catarro, excrementos, orina, pases, bilis y flema? ¿Cómo es posible disfrutar plenamente en este cuerpo, afligido como está por el deseo, la rabia, la ansiedad, la ilusión, el miedo, la frustración, la envidia, la separación de lo que desea y la asociación con lo que aborrece, el hambre, la sed, la vejez, la muerte, la enfermedad, el dolor y cosas similares?”
-Maitri-upanisad
Momento crucial del ciclo cosmogónico, el hombre reconoce sus limitaciones a través del dolor. Una mirada saturnina a sus capacidades. La percepción es efímera e ilusoria. La derrota de la naturaleza lo minimiza y desciende hacia las profundidades, hacia la sombra. Comienza la peregrinación hacia su centro.
V Parte: Muerte y disolución
De la irrealidad condúceme a la realidad;
De la tiniebla condúceme a la luz;
De la muerte condúceme a la inmortalidad.
-Brhadaranyaka-upanisad
La muerte es el acto supremo. “La actitud védica que afirma intensamente la vida, tiene como corolario la aceptación de la muerte” (Panikkar, 2011: 71). Para Campbell, la redención consiste en la disolución del mundo. De igual forma, Eliade comenta que la muerte significa la superación de la condición profana, ignorante de lo sagrado. La muerte no es más que un estado psíquico en el que el hombre profano se disuelve porque una nueva personalidad está a punto de nacer.
VI Parte: Vida nueva y libertad
“¿Qué soy yo? ¡Yo soy Brahman!
¡Sí, yo soy Brahman, yo soy!
¡En verdad me ofrezco a mí mismo en oblación!”
-Mahanarayana-upanisad
La vida inmortal. La beatitud. La liberación el resultado de integrar el atman, el sí mismo. De la conciencia del yo a la conciencia de todas las cosas. “El descubrimiento de la conciencia pura conlleva un alejamiento radical del primer movimiento natural de nuestro ser. Implica la inversión del movimiento natural hacia el objeto, hacia el otro, y conlleva un giro hacia el sujeto, hacia el que conoce.” (Panikkar, 2011: 82). De acuerdo con esto, la revelación “Tú eres eso” es la piedra angular de la sabiduría védica. Bajo el entendimiento de la ecuación Atman = Brahman, se reconoce la divinidad interior y la divinidad de todas las cosas. Así pues, para Panikkar “la meta del peregrinaje es el conocimiento de Brahman, entendido como la comprensión perfecta de qué es Brahman: lo real, la verdad, el Uno.” (Panikkar, 2011: 81).
Campbell opina que la aventura del héroe representa el momento de su vida en que alcanza la iluminación, el momento nuclear en que, todavía vivo, encuentra y sabe el camino de la luz por encima de los oscuros muros de nuestra muerte en vida.
En la perspectiva de Mircea Eliade “Conviene precisar que todos estos simbolismos del tránsito expresan una concepción específica de la existencia humana: cuando se nace, el hombre todavía no está acabado; tiene que nacer una segunda vez, espiritualmente.” (Eliade, 1956: 156). Mas adelante añade que la trama de volver a nacer es que se hace con nuevos valores.
El ser que ha comprendido que en él reside Dios, consigue una actitud redentora llena de amor hacia sí mismo y hacia todas las cosas de su exterior.
La revelación para el hombre occidental
La primera aparición del mantra “Tú eres eso” es en los sagrados himnos védicos. Panikkar asume la posición de maestro y nos invita a descubrir esta sabiduría en un peregrinaje interior que se sumerge en la noche oscura y asciende con el tesoro de la sabiduría. Todo lo descrito a lo largo de estas etapas y sus comentarios reúnen una íntima relación con el yoga, que significa unión. Al asumir la conciencia del yo nos apartamos y nos diferenciamos del entorno. “Divide y vencerás” ha sido una consigna fundamental en el pensamiento occidental y Raimon Panikkar invita a la transformación de este pensamiento bajo el respeto a las otras culturas. Dicho esto, confirmamos la profunda influencia de la filosofía del “Tú eres eso” en la comunicación respetuosa entre civilizaciones que aborda en el desarrollo de su filosofía intercultural.
Los conceptos de comprender y experimentar sostienen diferencias transcendentales. Por mucho que estudiemos y elaboremos teorías, ensayos, aulas abarrotadas de audiencia, todo lo que se puede decir sobre la mística, la experimentación de Dios, es inefable. Sin embargo, todo lo que concierne a Dios y a la religión le concierne a la humanidad y para estudiarla, solo se necesita amor y atención interna.
Bibliografía
CAMPBELL, Joseph (1980). El héroe de las mil caras. Fondo de Cultura Económica, México.
_______________, Las máscaras de Dios II: Mitología oriental (1991). Alianza Editorial, España.
ELIADE, Mircea (1949). El mito del eterno retorno: Arquetipos de repetición. Labor, España.
_____________, Lo sagrado y lo profano: La naturaleza de la religión (1957). Labor, España.
PANIKKAR, Raimon (2011) Iniciación a los Veda. Fragmenta Editorial, España.